¿Quién
inventaría las lagunas
como
pequeños mares de agua dulce
con
sus pequeñas olas,
con
su brisa, su arena y sus espumas?
Y
después nos llamó a los niños
y
a las niñas
para
que nos divirtiéramos
remando
y cantando jubilosos.
¿Se
divirtió primero imaginándonos?
Gracias,
Señor, por las lagunas,
por
la brisa, las olas y la espuma.
También
por las barquetas y los remos,
los
cantos y las risas.
¿Por
qué no te embarcas
con
nosotros, Señor?
Te
divertirías de lo lindo
aleteando con los remos
y
entonando barcarolas.
Yo
quisiera invitarte a nuestro bote,
pero
¿dónde te encuentro?
Señálame
un sitio y una hora
No hay comentarios:
Publicar un comentario