¿A
quién se le ocurriría fabricar Mariposas?
¿Esas
volátiles criaturas,
tan
sutiles que con tocarlas se estropean?
Esos
adornos del jardín
que
vuelan aplaudiéndose,
y
cuyo aplauso es silencioso.
Las
hay de alas celestes,
las
hay de alas rubíes;
y
también de alas transparentes
como
el vidrio.
¿Pudieron
las Mariposas
inventarse
a sí mismas?
¿Surgieron
ellas de la nada
sin
previa diagramación
miles
de Mariposas
de
todos los siete colores principales…
Como
si el Arco-Iris
se
hubiera vuelto picadillo,
y
el picadillo se hubiera
vuelto
Mariposas.
¿Quién
sirvió néctar
en
el cáliz de las flores,
néctar
que al mismo tiempo
es
almíbar y es perfume?
Los
insectos necesitan flores,
y
las flores insectos.
¿Quiénes
existieron antes?
¿O
insectos y flores
aparecieron
simultáneamente?
Sobre
un clavel rosado
acaba
de posarse
una
bella Mariposa Monarca;
desplegó
su diminuta espiral gustativa
y
libó un sorbo de líquido placer.
Se
unió más tarde
a
su alado compañero,
y
así perpetuarán
la
pulcritud y la alegría.
¡Gracias,
Artista Invisible,
por
tu fascinante creación:
Gracias por tan bellas palabras y son luz en estos momentos de oscuridad
ResponderEliminarEl poema me pareció muy bonito e interesante porque a través de el pude trasmitir a mis estudiantes las maravillas de la naturaleza.
ResponderEliminarHermoso poema, transmite mucha paz, esperanza y gratitud a Dios por su creación perfecta.
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