miércoles, 10 de febrero de 2016

Aeropuerto

Aeropuerto

Palacio evocador de altos instantes
do trepidan también los corazones.
“Pasar a bordo” dictan los parlantes
y una inquietud revuela en los salones.

Se despiden, sonrisa en los semblantes,
y desfila el cortejo a los aviones.
Embárcanse por fin. Luego atronantes
abanican, virando, los ciclones.

Fuese a tomar la ruta en el contorno.
Ruje, acelera, emprende la subida,
y adiós... (o a Dios… en vuelo sin retorno).

Todos llevamos el feliz pasaje
y una espera grandiosa es nuestra vida
por ser la playa del eterno viaje.

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