Tendí el pensamiento por esos abismos
buscando en la noche de allende los astros
un borde final,
y absorto de espanto volvió con su anuncio:
La Nada está llena de soles, me dijo,
la sombra es acá.
¡Sentí escalofrío de lumbre y grandeza!
¿También esos mundos serán semilleros
de inmortalidad?
¿Ya muchos alzaron cosecha de espíritus?
¿Aguardan los otros la siembra de vidas,
la flor del pensar?
No hay comentarios:
Publicar un comentario