miércoles, 10 de febrero de 2016

Despertar en el campo

Despertar en el campo

Callado amanecer mis sueños dora
y ornando va de rosicler la altura;
tan solo un trino, que cantando adora,
difunde ya su matinal ternura.

Radiante Venus el azul primora
del temprano arrebol en la hermosura;
dichoso me sentí, y era la aurora
que me brisaba con jovial frescura.

Así, quizás, a mi postrer segundo,
despierte absorto en el soñado mundo.

Y, de la vida para siempre dueño,
exclame al fin, sonriente la mirada:
Un sueño fue mi terrenal jornada
y es hoy feliz eternidad mi sueño.

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