lunes, 8 de febrero de 2016

Nieves eternas

Nieves eternas

Dispensa, oh casta nieve, que profanen mis plantas
(mancilladas de lodo) tu inocente blancura;
permite que mis huellas en tu página virgen
vacilantes escriban mis anhelos de altura.

A tus últimas cumbres, oh peldaño del cielo,
me trajeron mis ojos imantados de azul;
contagiada presiento de nostalgia mi vida,
de nieve mis pisadas y mi alma de luz.

Yo también soy misterio de cumbres y de abismos:
nieve eterna es mi alma, y es mi cuerpo un volcán.
En esta blanca cima de imposibles anhelos
hoy quiero al Infinito mi alma evaporar.

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