lunes, 8 de febrero de 2016

Coser y cantar

Coser y cantar

Un ajuar bordando, recién desposada,
dichosa mi madre cantaba y cosía;
era porque entonces jugaba en su mente
nuestra adolescencia con sus alegrías.

Ensueños apenas, y ya nos amaba;
y, como el Eterno, su amor crearía.
Con frescas begonias y alegres canarios
adornó la casa para bienvenidas.

Y fuimos llegando… llegando del cielo,
y el hogar llenose de niños y niñas;
se oyeron los nombres pensados por ella
y aturdió en el patio nuestra algarabía.

Por fin contemplaba con sus mismos ojos
los juegos que a solas figurado había;
por fin escuchaba las límpidas voces,
por fin medialengua, canciones y risas.

Trajes infantiles dichosa cortaba
y en torno los niños retazos pedían:
para las cometas de lindos colores,
para las muñecas de azules pupilas.

Y al ver que arrullaban (cual madres en cierne)
rosados muñecos que se adormecían,
presintió al instante lejanos pimpollos…
                                      y con dicha doble cantaba y cosía.

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