jueves, 11 de febrero de 2016

El porqué de mis estrofas


El porqué de mis estrofas


Todos llevamos en el alma un niño.
Mi niño juega y canta en su alegre primavera;
por eso continúa elevando cometas e ilusiones.

Mi niñez corre cristalina como una fontezuela;
así discurren mis versos.
“Soy hermano de la espuma, de las garzas,
de las rosas y el sol”.

 No se les exige a los pájaros
la razón de sus trinos;
tampoco a los poetas, cantantes y músicos
la razón de su lírica.

 Los hombres me preguntan
el porqué de mis canciones
en este valle de viudas y de huérfanos,
de hambre, de odios y de guerras.

 A mi vez yo les pregunto
el por qué de sus fusiles,
de sus tanques y sus bombas
en este valle de flores y gorjeos,
de niños, frutas, mariposas y mujeres.

 Al menos los artistas,
las mujeres y los niños,
aportamos corazón.

 Ya que no pudimos arreglar el mundo,
consolémonos con cantos y música y bellezas.

Así nos lo están sugiriendo
las aves y las flores
desde la mañana inmemorial del paraíso.

 Quédense los hombres con sus guerras,
que de nosotros es el Reino de los Cielos.

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