Bajo
la mole de cristal camino
violando
el mundo del ayer lejano.
¿Quién
escondió bajo el peñasco andino
canteras
de sabor para el humano?
Aluvión
de ternuras adivino…
despensa
bastecida por su mano.
¿Quién
sazona el manjar del peregrino,
quién
sembró de sorpresas nuestro llano?
Ignotos
mares en arcaica hora
prefabricaron,
al quedar dormidos,
aquestos
muros donde el hombre adora.
¡Detonaciones
en el antro espantan!
Del
mar aquel despiertan los bramidos
y
en la enorme caverna se agigantan.
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