Por
fin mi sueño volviose niño,
y
es niño tal que parece un sueño.
¡Si
yo pudiera, me duraznito
comerte
a besos!
Como
las ondas del rubio trigo
son
de tu risa los dos hoyuelos;
tu
medialengua me sabe al trino
de
los jilgueros.
Nada
me falta ni más ansío,
que
ya en mis brazos tengo mi cielo.
Diéronme
un ángel en vez de niño.
¡No
lo devuelvo!
No hay comentarios:
Publicar un comentario