Cuando triunfa el deseo se lamente el espíritu,
cuando triunfa el espíritu se lamenta el deseo.
Enigmática herencia de obligantes instintos
cuya savia perturba la elación del injerto.
Si gris está el paisaje despiértanse tristezas;
si pulcro y delicioso despiértanse nostalgias.
¿Es latente reclamo de frustradas valencias?
¿O es anhelo infinito de la aguja imantada?
¿Más felices antaño sometiendo a las fieras
sin saber que en el cuerpo germinaba un arcángel?
¡Más felices mañana si desnudos de inercia
liberados partimos del planeta y la carne!
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