martes, 9 de febrero de 2016

Tiempo y Espacio

Tiempo y espacio

La mariposa decía:
Yo fabrico en dos semanas
tan celeste fantasía
como el azul de mis alas.

Dímelo el año tresmil
(hábil ostra le contesta)
entonces verán lucir
sobre tu nada mis perlas.

Y un fósil que la escuchaba
despertó para decirle:
Tú cumples bodas de plata,
yo mil millones de abriles.

Y al fósil dijo la Tierra:
Cuando nacieron mis hijos
yo era niña y ya era vieja,
con mil millones de siglos.

¡Muchachita!, dijo el sol,
¿Cuándo engendré mis planetas?
la fecha se me olvidó,
pregúntale a las estrellas!

Mas las estrellas callaban
con guiños multicolores.
(Las mujeres no delatan
su edad como sus amores).

La Galaxia quiso hablar
en tan difícil cuestión:
Ni yo acierto a precisar
nacimiento  y defunción.

Y el Espacio: “Nada fui,
mas no puedo comprender
por cuánto tiempo no fui,
por cuánto tiempo seré”

Y el Tiempo: “Yo quieto estoy
si nada se mueve aquí”.
La Eternidad: “Todo es Hoy,
sin principio, medio y fin".

Si algo existe, Alguien vivió
que al mundo principio diera.
Si ese Alguien no pensó,
este algo no existiera.

No es el mundo ese Primero,
pues el mundo es combustión;
rodachina de luceros
que alguna manó encendió.

           ¿Pudo ser antes, después?
Mas ¿después o antes de qué?
¿Pudo estar aquí o allá?
En la Nada es todo igual.

Y sin embargo existieran
otros mundos en los bordes;
y sin embargo existieran
otros mundos anteriores.

En lo eterno todo cabe:
siempre un antes y un después.
Ni en la Nada existe un margen
que no se pueda exceder.

Adivina quién soy Yo,
que soy todo lo que es;
mas lo que es no soy Yo,
pues pudo dejar de ser.

Adivina dónde estoy
o dónde no puedo estar.
Aun en la Nada estoy Yo
como en su cuenca la mar.

Soy una mar sin orillas
y esfera sin periferia.
Mas dejemos ya el enigma
o estallará tu cabeza.

           Si el mundo es adivinanza
para la humana razón,
para entender mi sustancia
tendrías que ser otro Yo.

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