miércoles, 10 de febrero de 2016

El Peñol

El Peñol

Imponente obelisco, centinela del mundo,
que avizora distancias con su mole que aterra.
¿Se forjó en los abismos entre el magma profundo
y en arcaicas edades emergió de la tierra?

Interrogo a los siglos, interrogo a los astros
y al reflujo espantoso de inicial cataclismo;
jeroglífico incierto persevera en sus rastros
y el titán me interroga con su eterno mutismo.

¿Guareció al antropoide, racional en proyecto,
cuando aún se abrigaba con pelambre de simio?
¿Sorprendió sus fogatas, utensilios, dialecto?
¿Sospechó su conciencia de lo abstracto y eximio?

Circundamos, pigmeos, la inviolada cantera
cuyas altas cornisas llueven límpidas gotas;
y ascendiendo, medrosos, la suicida escalera,
nos abruma el misterio de las eras remotas.

Mas con vientos y lluvias la erosión te conquista;
los calores y heladas, las raíces-barrenas.
Y en millones de siglos, cuando el hombre no exista,
volverás a los mares convertido en arenas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario